domingo, 7 de septiembre de 2008

ARTÍCULO

SE ACABÓ EL VERANO
Por Jenu

Y ahora al trabajo, a la escuela o a buscar curro.
Los que vuelven al trabajo pueden prolongar sus vacaciones con esa dolencia nueva que se ha dado en llamar Síndrome Posvacacional, por el que en España hay ya más de uno. Una mujer mayor de mi pueblo me decía el otro día que no entendía bien como una persona que viene de vacaciones -y que ella nunca las pilló- puede ponerse malo cuando debería venir nuevo. Claro está que si ese hombre ha montado en su utilitario a su suegra, a los niños, a su cuñado que lleva parado un tiempo y más pelao que un palmito, y a su esposa que tiene ya la menopausa, puede que venga peor.
Las madres ya terminan lo bueno por mucho que digan " Tengo unas ganas que empiece la escuela..." Los libros, el gasto -absurdo- descompensado, los madrugones, el llevarlos, el traerlos...
Y el parado que ya se le olvidó el guión que tenía preparado para cuando fuese a las empresas. Entrará en el Internet de su cuñado, visitará las nuevas oficinas del Inem, saludará a sus compañeros de peregrinación, y pegará el boleto de paro en las puertas de la nevera para que no digan en esta oficina que es un cabeza loca, procurará que no se le pase la fecha.

Para todos el fin del verano, la llegada del otoño que es como otro tipo de primavera, y la llegada de los frios es otro de tantos retos que se nos presentan, cambiando la típica frase que hemos dicho hasta la saciedad de " ¡que calor!
por la de "¡¡Hace un frio que pela!!". Que lo podamos decir mucho tiempo, sería buena señal.
Jenu

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