martes, 16 de diciembre de 2008

ARTICULO

Er Desván
LOS LUNES AL SOL,
O A
LA SOMBRA DE UN OLIVO
Estamos tan acostumbrados a vivir bien que ya no sabemos ni protestar.

Por Jenu

Cuando te llama el INEM para un trabajo, has de andar con recelo; o pagan mal o la empresa tiene que recurrir a este organismo porque no encuentra trabajadores, y no los encuentra porque no paga bien, o ni lo uno ni lo otro, o simplemente no paga.

Lo que va quedando claro es que el paro, cada vez mayor, sirve para colocar a los que te hacen perder el tiempo cuando buscas trabajo, el mismo que es ya oro, pero que se esta devaluando tanto que, lo mismo da que lo pierdas cualquier lunes al sol, a la sombra o haciendo autostop porque la financiera te ha quitado el coche por tan solo dos letras.

Para decir que la cosa esta “chunga” ya están los telediarios. Para ser objetivos y no ser alarmistas hay que decir las cosas como ya las decía antaño el señor este del bigotito, o como lo hace el ahora progre, buen samaritano, y acepta sectas de zapatero, que ahora ya va siendo el momento de decirle aquello de “zapatero, a tus zapatos”, puede comenzar arreglando el par que le han regalado a Bush en su ultima visita a Irak.

Yo espero no decirle a Zapatero aquello de “vi. a hacer un corral…”, como hicieron en diminutivo en Argentina cuando su crisis, que desgraciadamente de diminuta no tuvo nada. Espero que no, ya que soy andaluz y por tanto optimista, ahora tanto como al que le cogen de los huevos y le preguntan que si Franco era republicano pretendiendo que diga que si, imaginen su respuesta. Podemos hasta decir que no pasa nada, que la crisis no es tal, que esto pasara, que no hay porque alarmarse, que hay alternativas, que las empresas no cerraran, que las que queden no se aprovecharan de los trabajadores… todo eso y mas, y la gente se lo cree, cada vez menos, pero si lo dicen desde Madrid, o desde el renovado y carisimo San Telmo, mucho mas, hasta que en vez del plato de judias, nos pongan el plato boca-abajo, nos costara mas de creer, aunque por estos lares somos un poco como en Africa, en donde las mujeres tiene el pelo mas rizado del mundo, y en vez de comer judias, comeremos sexo, eso si, los casados una o dos veces por semana.

La verdad es que los españoles somos ingenuos, nos las tragamos dobladas, con un aguante demostrado que para que contar, pero independientemente de nuestro equipo de fútbol, nuestro partido, nuestra suegra, a la hora de ver una despensa, una nevera, un congelador, una mesa, un plato, vació, nos cambia el chip, se nos pone mal cuerpo, y aunque no estemos acostumbrados a chillar, ya que hemos estado mucho tiempo practicando el cante, nos sube la sangre, y si antes nos teníamos por gente tolerante, incluso presumíamos de no ser racistas, ahora, en el momento de ver a alguien que no tenga o incluso que tenga nuestro mismo color, ocupando un puesto que consideramos debería ser nuestro, sacamos las uñas, la navaja e incluso los dientes que la crisis nos haya dejado indemnes.

Los españoles estamos jodidos, los andaluces ya lo estábamos de antes, lo que pasa es que al ser excesivamente optimistas, al tener el tiempo ocupado viendo los números rojos del calendario, no hemos llegado a ver hasta hace poco, los otros números del mismo color, los de nuestra cuenta bancaria.

El andaluz acostumbrado a gastar mas que a guardar-por cuestion de ubicación, temperatura y cultura-, guarda ahora mas que gasta, y guarda incluso el tipo, no precisamente el de interés, ya que no somos interesados para nada, guardamos el tipito fisico, el que estamos cogiendo teniendo que cambiar el jamón de Jabugo por la mortadela siciliana. Y eso no es nada, siendo tan objetivo como un cura de pueblo, pienso que dentro de nada, la mortadela con aceitunas será un verdadero lujo, y en las casas andaluzas, y en las del resto de las casas del país, será extraño ver entrar la mortadela, incluso la que tan solo lleva pintitas blancas, tanto como ver entrar un porche en nuestro garaje.

No me gusta hablar de crisis, me jode un montón, pero no me pasa otra cosa por mi lado creativo, ya que si hablo de amor, me viene a la cabeza el Corte Ingles, que por cierto me he enterado que va a cerrar, y estoy desconcertado, a ver quien me anuncia a mi para el año que viene con anticipación, que ya es primavera. Lo siento por las familias que dependen de esta institución en forma de tienda de plantas, y escaleras mecanicas.

Hasta el tema de los divorcios esta más paradito ahora, será, digo yo, porque si dejas a la mujer en estos crudos momentos, ella te deja también, pero en la calle y como mucho te deja sacar una bolsa de plástico con tus pertenencias, ni las zapatillas te deja llevar. Por eso como este tema siga así, la aguantaremos hasta que la muerte nos separe, y que conste que no lo digo en tono peyorativo.

Vamos a pensar como lo hacemos cada año cuando finaliza; que para el año que viene todo estará mejor, que tendremos trabajo, estaremos sanos, nuestros hijos e hijas no nos sacaran los ojos, ni literal ni económicamente, que nos tocara el gordo de navidad, la lotería del niño, o la pedrea, y cosas así, que se consiguen si nos hemos comido previamente, sobre las doce menos poco, –este año por el tema que estamos tratando- las uvas que serán seis, y poniéndonos unos calzoncillos rojos, como el color de nuestra cuenta bancaria, y los colores del Santander, ahora mas.

Y si se confirman los dichos populares –esperemos-, “año de nieve, año de bienes…”, para estar de cosas buenas hasta la corcha, porque hasta mis partes esplendorosas y a buen recaudo, las tengo encogidas con esta escarcha que se me mete por debajo de las perneras de mi pantalón, y me sube hasta las mismas orejas, rojas también, tanto o mas, que la mujer de Carlos Marx, que si este levantara la cabeza, rompería su carné del partido, o lo cambiaria por un abono para ver el Cádiz CF. Y de paso ver la crisis con “pescaito frito” por delante, aunque tengamos previamente que pescarlo desde el puente nuevo, que estando aun en obras, –cosa rara de ver- seguro que no estará prohibida la pesca, como lo esta en el sufrido y apedreado puente de Carranza.



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