miércoles, 4 de marzo de 2009

EN EXCLUSIVA

Er Desván
Los españoles se van a trabajar a China para escapar de la recesión


Ya son casi 2.500 los españoles expatriados que trabajan en China, un 39% más que en 2006. Curiosamente, el perfil del expatriado no coincide con los trabajadores más jóvenes, eternamente bautizados como los candidatos más fieles a salir fuera a trabajar. “Son personas con una experiencia profesional de entre 9 y 13 años, con familia e hipoteca incluida”, define Francisco Rubira, director de nuevos mercados de Catenon, la filial española de la compañía europea de búsqueda de profesionales Catenon Worldwide Executive Search. Con un mercado español sin ofertas de trabajo, la población española considera más seriamente la posibilidad de salir fuera para explotar su talento. La crisis todavía no ha quemado lo suficiente a los españoles como para ser la causante de que hagan la maleta y esfumarse. Pero lo será. “La situación actual que atraviesa el país ayudará a que cada vez sean más las personas que se planteen buscar un trabajo en el exterior”, vaticina Rubira.

Las empresas españolas se han dado cuenta de que al otro lado del globo el tiempo está más despejado, y por eso han decidido transportar el talento desde su organización hacia estos países. Han visto en esta puerta la oportunidad para diversificar el negocio, internacionalizar su empresa y sacar provecho de los recursos a los que no pueden dar salida en territorio nacional. Visto desde otro punto de vista, cada vez son más los profesionales que se dejan conquistar por destinos extranjeros como una oportunidad de crecimiento y desarrollo actualmente bloqueada en España.

Catenon ha diagnosticado que, mientras en España cada vez se está más cerca de una recesión, las más de 400 empresas españolas instaladas en China están en una clara fase de expansión. Con 1.300 millones de habitantes y siendo la cuarta potencia mundial del mundo, China ha dejado el cartel de ser una simple plataforma de producción para las multinacionales de todo el mundo para colgarse el título de centro de innovación, de gestión y vivero de ideas de muchas entidades. Por eso, las empresas españolas y los profesionales del país optan por instalarse en este mercado, con infinitas posibilidades de expansión y un PIB de 3,3 billones de dólares en 2007, según datos del ICEX.

Por qué se recomienda dar el paso

Planificar una minuciosa política de expatriación es el primer paso que hay que dar para emprender negocios en China. Cualquier mínimo detalle en la nueva vida del expatriado influye directamente en que el negocio futuro tenga éxito o no. Así, depende también de la vida personal del trabajador el éxito del negocio exportado, ya que el futuro expatriado tiene que ver claramente las ventajas de su nueva posición.

Miguel Zaballa es un bilbaíno de 35 años que en agosto de 2007 aceptó la oferta de montar una joint-venture que le lanzó Fagor, la empresa para la que trabaja. Se asentó en Nanging (China), con su mujer y sus dos hijos, una ciudad que no está entre las diez más grandes del país, pero en la que conviven siete millones de habitantes. “En un principio me dio miedo y dije que no. Pero lo pensé mejor, y me di cuenta de que una oportunidad así no pasa todos los días”, declara a Cotizalia. Sus hijos, de ocho y cinco años, hablan perfectamente inglés y chapurrean el chino. ¿Lo peor? El choque de dos culturas tan diferentes. “Yo llegué con mi cultura europea y me costó darme cuenta de que, lo fundamental, es entender a los chinos. En una cena con unos cuantos brindis puedes conseguir más que en una reunión que se alargue durante horas”, comenta Zaballa. Reconoce que ha tenido suerte y nunca se ha sentido traicionado por los chinos. “Tal vez sea por mi sector, pero sí conozco casos donde les ha ido muy mal”. Como bien describe, una joint venture con un socio chino es como comerse dos huevos fritos con bacon. “Las gallinas son ellos, los chinos y, para conseguir el bacon, primero hay que matar al cerdo”.

La recomendación que le faltó cuando se aventuró en esta experiencia es “no imponer tus ideas, sino entenderlos”. También recuerda que los chinos no tienen el sentido del humor que tienen los españoles, así que sobran los chistes. Avisa de que China es un país complicado, "pero con ganas y con los ojos bien abiertos", todo es posible.

Resistencia a la movilidad geográfica

Los españoles todavía se caracterizan por abanderar una firme resistencia a moverse geográficamente, “nacional e internacionalmente”, confiesa Rubira. Aunque el despegue está siendo significativo, si se compara el dato de expatriados español con el de Reino Unido, cuyo talento exterior se cuenta por millones, España todavía suma un mísero número, “aunque hay motivo para la esperanza”, anima Rubira.

Antes de entrar en China, es imprescindible saber que su cultura es totalmente diferente a la nuestra y que cualquier negocio o gestión es como hacer encaje de bolillos: requiere una gran capacidad de adaptación, planificación, observación y tiempo para saber convertir las dificultades en oportunidades o ventajas profesionales. Su forma de hacer las cosas es totalmente opuesta a la nuestra. Si sabe adaptarse, buscar soluciones y desenvolverse en el ambiente, contará con una ventaja que desarrollará su carrera profesional.

¿Son los chinos de fiar? “Siempre ha existido una cierta aprehensión por ambos lados. Ellos nos conocen mejor que nosotros a ellos, porque son muchos más los chinos que están en España que los españoles que viven en su país”, dice Rubira. Sin embargo, lo más valorado por los chinos es que los españoles sepan desde el principio que ellos forman parte de otra cultura y que intenten entender sus peculiaridades.

Para Rubira, el perfil del español afincado en China debe cumplir cinco requisitos: capacidad de conocimiento de sí mismo; nivel de conexión (“ser una persona abierta al mundo”); trabajar bien (“en España la tasa de productividad está entre las más bajas de Europa”); actitud positiva ante la vida (“no ver el vaso medio vacío”); y gestionar nuestra propia energía (“cada uno debe conocer sus virtudes y sus limitaciones”).

Con cerca de un 45% de población urbana y más de cien ciudades de más de un millón de habitantes, China está protagonizando el surgimiento de una clase media urbana con niveles de poder adquisitivo comparables a los europeos. Por eso es un mercado con mucho potencial y “ofrece la oportunidad de tener costes mucho más bajos en los procesos de fabricación y una gran oportunidad de mercado no desarrollado en su totalidad. Por ejemplo, España puede sacar tajada y enseñar en sectores como “el agua, las energías alternativas o la construcción de casas”.

De todos modos, Rubira felicita la valentía de los expatriados que finalmente dan el sí para lanzarse al mercado chino. Aconseja aprender de la cultura china y, sobre todo, respetarla. “Que esté con los ojos bien abiertos, para que no se le escape nada”.

Fuente: A. I. Gracia/Cotizalia

LIBERTAD SUBVENCIONADA

Er Desván
Los carnavales de Cádiz han sido castrados

Increible pero cierto. Los carnavales de Cádiz, en otros tiempos cuna de la libre creatividad crítica y de la indomable rebeldía popular ante el poder establecido, apenas han producido letras crítica en su versión de 2009, desde luego ninguna en los concursos oficiales y en la gran final. En la España actual, con 4 millones de parados y con una clase política que escandaliza a la ciudadanía a diario con sus despilfarros, abusos, corrupciones y desatinos, hay materia y razones más que suficientes para que la crítica carnavalesca, en una tierra antes libre, como Cádiz, hubiera sido feroz, pero los carnavales gaditanos han sido castrados por el eficaz y omnipresente poder político andaluz.
Tal vez porque las comparsas y chirigotas están subvencionadas o quizás porque Canal Sur, la televisión del poder, retransmite el concurso oficial del teatro Falla, o porque los chirigoteros, al igual que los sindicalistas, están controlados por el gobierno y reciben dinero público, lo cierto es que Cádiz, la otrora tierra libre y la cuna liberal que dia a luz a La Pepa, ha perdido hoy su mordiente y su espíritu, permitiendo que sus carnavales queden castrados por el poder.
Ni siquiera Franco, en su etapa más cruel y poderosa de la postguerra, cuando prohibió las celebraciones del carnaval, supo demesticar a los gaditanos como ha logrado hacerlo el actual gobierno socialista.
Al contemplar a este Cádiz sometido, la esperanza de muchos demócratas de que la conmemoración, en 2012, del Bicentenario de La Pepa se convirtiera en un grito de libertad y de regeneración democrática se desvanece y crece el temor a que esa gran conmemoración termine siendo unos juegos florales sometidos, subvencionados por la Junta y plagados de consignas y slóganes oficiales.
¡Que descanse en paz la libertad crítica en la vieja patria de la Constitución de 1812!
Fuente: Periodista Digital

NOS SUELE OCURRIR MUCHO A LOS QUE NOS CALENTAMOS LA CABEZA CON ESTO DE LA CRISIS Y COSAS PARECIDAS

Er Desván
Trastorno de ansiedad generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es uno de los trastornos de ansiedad, junto con las fobias específicas (orientadas hacia un objeto determinado), la fobia social, el trastorno por estrés postraumático, la agorafobia, el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo-compulsivo.
Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades. Los
síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico.
Los síntomas psicológicos son: preocupación crónica y exagerada, agitación, tensión e irritabilidad, aparentemente sin causa alguna, o más intensas de lo que sería razonable en esa situación en particular. La gente que la padece también puede tener problemas de concentración y dificultades para conciliar el sueño (siendo el primero que se afecta en cualquier trastorno), con frecuencia suelen aparecer signos físicos, como temblores, dolor de cabeza, mareos, agitación, tensión muscular, dolores o molestias, molestias abdominales y sudoración.
El TAG está probablemente causado por una combinación de factores biológicos y de circunstancias vitales. Muchas de las personas que la padecen también experimentan otros trastornos médicos, como depresión y/o pánico, que al parecer implican cambios en los procesos químicos cerebrales, en particular anomalías en los niveles de la serotonina.
Se trata con psicoterapia, antidepresivos (tricíclicos, ISRS), buspirona y (a corto plazo) benzodiacepinas.
A continuación podrán ver un corto documental del realizador audio visual, Mario Viñuela sobre la ansiedad.


Fuente: Wilkimedia/Mario Viñuela/You Tube

Archivo del blog

Datos personales