lunes, 6 de abril de 2009

SEMANA SANTA

Er Desván
La Santa Hermandad del Jamón.
Soy Hermano de esta Cofradía desde que tuve el gusto de conocer a la "Santa Pata" que se apareció en Jabugo a un pastor de apellidos Sánchez Romero, para el deleite de pocos y la caída de babas de muchos.
Jenu
En mi tierra un Jamón, así con mayúsculas, es venerado por todo el mundo, hasta por algunos musulmanes que llegaron a saltarse las tradiciones y las barreras culturales.
Una buena pata de jamón es como un apoyo, un aliciente, un punto y aparte. En la casa en la que entra un jamón es como si entrase algo divino, como si la fe de repente asomara sus narices, recuperase la luz, bendijese la estancia, incluso superase aquello que le ocurrió a Lázaro con Jesús hace ahora algún tiempo. La frase quedó para el recuerdo de fieles y no tanto “Lázaro; levántate y anda”, y “andó”, y anduvo, y sigue fielmente andando, ahora lo hace hasta llegar en peregrinación a la ciudad de pasos, Sevilla. “Puro arte cofrade”.
Famosa por tantas cosas, una de ellas su Semana Santa.
Sus pasos: El Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana, Los Gitanos, y por supuestos ahora, La Santa Cofradía del Jamón,
De todas maneras, el Jamón, ya santificado por las mismas encinas, no necesita una banda de música, ni un ritmo, ni que lo mezan, ni que le canten, ni que le lloren… el Jamón lo que necesita es un afilado cuchillo, un plato, unos piquitos, una buena compañía en forma de buen vino, y alguien que lo disfrute, sea creyente o agnóstico, y no tener en cuenta las barbaridades que algún médico te pueda decir, hasta tal punto que nos lo quieran cambiar por una hora y media andando por la parte izquierda de una peligrosa carretera.
Antes de ver el Paso del Jamón, desde un bar de Sevilla, vamos a abrir boca con las chicas del quinto, un sabroso blog que sigo. Mantiene en sus páginas una suculenta Oda al Jamón, que dice así:
Oh! Jamón, tu que impregnas Mi mente y me lengua Mi boca y mi nariz
De salados olores De intenso matiz
Oh! Jamón, tu que das prestancia Con tu elegancia Mi cocina y mis platos Cada noche, cada cena Dispuesto en todo rato
Oh! Jamón, que llegaste Sin apenas demorarte En una cesta de Navidad Junto al vino y el turrón Para colmar mi felicidad
Por ti Jamón yo me arrodillo Te exijo sacrificio Como Dios de alimentación Tan nutritivo, tan rico Sin resquicio de comparación
¡Viva el Jamón!

Fuente: Jenu/You Tube

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