POR FÍN !! ACABÓ LA "SEMANA SANTA" , REGRESAMOS AL PECADO

Er Desván

Jesús, no te mueras más...

Jenu
Ayer en mi pueblo se ha visto que la crisis no existe. Los bares estaban llenos a rebosar, y sobre todo y lo más caracterítco y significativo; la gente esperaba horas y horas hasta que había mesa libre, para sentarse junto con la familia y amigos. Algunos en vez de amorzar, merendaron. Eso me tranquilizó un poco, ya que eso que dícen de las dificultades que atraviesa este país, y al resto del planeta, no afecta a la zona donde vivo y padezco la mía, ya que a mí sí que me ha salpicado.
De todas maneras, si lo han hecho, lo de aparentar, el que no se note, porque puedo y me sale de las entrañas, o simplemente para darle en la cabeza al vecino, todos nos hemos estado dando coscorrones en vano, ya que la realidad es bien distinta, por mucho que tratemos de disimularlo o ahogarla en Cruzcampo. No se puede hacer teatro con dinero de verdad, no valen los juegosmalabares, ni por supuesto la magia, o se tiene, o no se tiene. Dinero terso como los pezones de una Diosa, recién parido por un mal cajero. Como siga la cosaa así, no vamos a poder hacer ni encajes de bolillo, vamos a tener que salir de fiesta con dinero de mentiras, para eso es más efectivo el dinero del Monopoly que las manos vacias, algo así como cuando se engaña a una persona sin capacidad de razonar.
Las mejores galas, los impecables e impagados cochazos, las flamantes carteras de piel de Ubrique, las corbatas y los trajes… ¿Qué hace un señor fontanero –con todos mis respetos para la profesión- embutido en un traje azul marengo, un cuello de camisa blanco e inmaculado y el cuello original de nacimiento, el suyo de fontanero, subiendo y bajando con dificultad por entre la camisa tiesa de nueva, como almidonada? Es como si estuviera el hombre fuera de contexto, como si estuviera asomado a una tapia. El traje este día, es el uniforme social y aceptado por todos como la indumentaria para la ocasión, lo que la diferencia de cualquier otro día norma y sin relevancia alguna.

El resucitado en mi pueblo es una fiesta grande, compitiendo con fiestas grandes de la Sierra de Cádiz, como es el toro de cuerda de Arcos de la Fronterra entre otras muchas. Antes era conocida y reconocida por el desfile de los Legionarios de Ronda, que hacían una exhibición de arte militar de lo más peculiar. Todo el mundo estaba atento al “legia” cuando lanzaba el mosquetón por los aires tras hacer que girase sobre sí mismo, y todos para sus adentros esperaban que se le cayese al suelo, y ver como reaccionaba ante tal ineptitud un señor “cabo”, que en la legión siempre ha sido algo más que en el ejercito ordinario un suboficial, y un poquito más que un concejal, sobre todo, si este ha tenido la mala suerte de nacer en la ciudad de Cuenca.
Al frente de los pasos que son dos; el Resucitado y la Virgen, el alcalde, el cura y el Capitán de la Guardia Civil… como en los “mejores tiempos”.
La cosa con los "cohetitos" comenzó la noche antes, es decir, el sábado a las doce de la noche, que por lo visto ya era domingo. Ahí es donde comienza para los ateos como yo “el Calvario”, los cohetes hacen estragos, anuncian la resurrección de Jesús. La cosa se para, cesan de tirar cohetes por aquello de la crisis. A las siete aproximadamente, comienza otra tanda de p
Etardazos, y así hasta las tres de la terde. Mi perrita, que es de una raza más bien endeble, pequeña, de constitución y raza "muypoquitacosa"y por tanto asustadiza, estaba temblando de miedo, y yo, lleno de rabia porque no me siento respetado en mis creencias o por la ausencia o por el convencimiento de las mismas. No creo ni en la iglesia, ni en las cofradias, ni en quien hizo el ordenamiento del tráfico en mi pueblo, o el "especial" para eventos religiosos-festivos Intenté como cada año visitar a un amigo en la zona alta, lo digo por el "desnivel", la que conocemos como Torrevieja, pero es prácticamente imposible. Todas las calles me daban de bruces con una barrera provisional y un gran disco de dirección prohibida pintado con pintura barata.
No había manera de encontrar la dirección para llegar hasta mi destino.
Las ruedas de mi coche chirriaban como el de "starki & Huch" en una persecución puramante americana, el motivo era la cantidad tan preocupante y peligrosa de cera solidificada en el asfalto. No tuve alternativa, opté por coger de manera obligada por la circunvalación, la reserva de mi coche me lanzaba destellados rafagazos, anunciándome que corría el peligro de subir en peregrinación, como cuando todo el pueblo lo hace buscando al santo y a la santa, Fuí esquivando las procesiones, los fieles y los Policias Locales, hasta que en una de las calles que subían, que en realidad era de obligada bajada, emprendí la aventura de subir en dirección prohibida,jugándome los puntos de mi recién renovado carné de conducir. Entré en otra calle igual, y enlacé con otra que lo mismo. Cuando llegué, me encontré a tres de mis amigos, tranquilamente, en una distendida conversación, y ante unos humeantes cafés y dos papelones casi transparentes atiborrados de churros. Llegar hasta ahí fue una verdadera aventura.
Como Ateo practicante, me siento ofendido por todo eso y más. De la misma manera que trato en la manera justa de respetar a los capillitas, ellos que tienen la suerte de estar amparados por todas las autoridades, los medios públicos, las vayas y señales de prohibido,etc., que también pago yo como ateo, deberían tener cierto respeto hacía mi humana persona, y que pueda circular medianamente por las calles, por lo menos, disponer tan solo de una que me lleve a disfrutar de un merecido desayuno, después de no haber pegado ojo en toda la noche por los putos cohetitos de los cojones.

La verdad es que si Jesucristo, al que respeto como persona que fué, no ya como figura de madera o cera en la que lo han convertido, resucitara de verdad, volvería a cerrar los ojos al ver tanto seguidor que no merece serlo, tanto adepto-adicto, tanto impresentable con traje de Cortefiel, tanta medallita, tanta hipocresía, tanta mala leche, tantos golpes de pecho, tantos golpes de efecto y sobre todo y lo más carecterístico y descriptivo, tanta poca vergüenza.
Cualquier dia monto una vespa encima de una plataforma, convoco en Internet a numerosos moteros fieles a esta reliquia de dos ruedas y decido cortar el pueblo entero, a ver los hermanos, primos y demás cofrades que piensan de la marca Vespa.