Er DesvánANDALUCÍA, SE LA RIFAN
Por Jenu
En las calles de los pueblos de mi Andalucía, hay más macetas de espárragos que macetas de geranios.
El problema tan grave del paro en nuestra comunidad ha echado a la gente a la calle, lo que pasa es que en vez de llevar una pancarta –a excepción de Huelva, por salvar su polo, o de Sevilla con la Huelga de Justicia- llevan una maceta de espárragos de al menos cinco kilos. Se ve que al parecer, es como si encima de nosotros, hubieran unos aspersores que sueltan un gas, y ese mismo gas nos mantuviera tontos, ajenos a quien son los que realmente nos amargan la vida, los que han hecho que todo esto haya pasado de color de rosa, a un negro mate totalmente opaco. No se, igual a mí me ha llegado ese gas y ya no se ni lo que digo, o lo que Diego.
Ya esta actividad de rifar espárragos se realizaba en nuestra comunidad hace mucho tiempo, y desgraciadamente se ha repetido en numerosas circunstancias, sobre todo cuando ha haabido problemas sociales, económicos sobre todo, aunque desapareció a raíz de nuestra otrora bonaza económica, cuando era sorprendente ver los lunes aún de noche, la serpiente de luces de los Opel Astra de los albañiles y peones en su peregrinaje en busca del tajo hacía la Costa.
La maceta de espárragos solidaria, símbolo de que las cosas van muy mal, hace que hasta al que le amargan los trigueros, más le amargan las injusticias sociales, el abuso político, que suban los impuestos, que bajen los sueldos, que se pierda empleo, que haya más funcionarios que gente rifando… en definitiva, es muy triste, conmueve, te pone los vellos de punta ver a tu vecino con el drama que hay en su casa, y que un euro no llega a ningún sitio, pero que a esta familia le vendrá como agua de mayo. Por supuesto que no le ayudará a pagar su hipoteca, ni el coche, ni otros gastos que le llegan por carta atascando la misma sin que apenas se pueda abrir, eso no, no tiene más remedio que dejar aparcada esa preocupación, que se ocupe ahora el que nos condujo a ella. Ahora lo urgente es comer, tener las expectativas de acabar el día, sacar algo para ir al Super, y coger de sus estanterías lo estrictamente necesario, sin más, lo básico para subsistir y coger fuerza para el día siguiente. Día en cuya agenda contempla: ir al campo, coger los espárragos y hacer una nueva rifa.
Por Jenu
En las calles de los pueblos de mi Andalucía, hay más macetas de espárragos que macetas de geranios.
El problema tan grave del paro en nuestra comunidad ha echado a la gente a la calle, lo que pasa es que en vez de llevar una pancarta –a excepción de Huelva, por salvar su polo, o de Sevilla con la Huelga de Justicia- llevan una maceta de espárragos de al menos cinco kilos. Se ve que al parecer, es como si encima de nosotros, hubieran unos aspersores que sueltan un gas, y ese mismo gas nos mantuviera tontos, ajenos a quien son los que realmente nos amargan la vida, los que han hecho que todo esto haya pasado de color de rosa, a un negro mate totalmente opaco. No se, igual a mí me ha llegado ese gas y ya no se ni lo que digo, o lo que Diego.
Ya esta actividad de rifar espárragos se realizaba en nuestra comunidad hace mucho tiempo, y desgraciadamente se ha repetido en numerosas circunstancias, sobre todo cuando ha haabido problemas sociales, económicos sobre todo, aunque desapareció a raíz de nuestra otrora bonaza económica, cuando era sorprendente ver los lunes aún de noche, la serpiente de luces de los Opel Astra de los albañiles y peones en su peregrinaje en busca del tajo hacía la Costa.
La maceta de espárragos solidaria, símbolo de que las cosas van muy mal, hace que hasta al que le amargan los trigueros, más le amargan las injusticias sociales, el abuso político, que suban los impuestos, que bajen los sueldos, que se pierda empleo, que haya más funcionarios que gente rifando… en definitiva, es muy triste, conmueve, te pone los vellos de punta ver a tu vecino con el drama que hay en su casa, y que un euro no llega a ningún sitio, pero que a esta familia le vendrá como agua de mayo. Por supuesto que no le ayudará a pagar su hipoteca, ni el coche, ni otros gastos que le llegan por carta atascando la misma sin que apenas se pueda abrir, eso no, no tiene más remedio que dejar aparcada esa preocupación, que se ocupe ahora el que nos condujo a ella. Ahora lo urgente es comer, tener las expectativas de acabar el día, sacar algo para ir al Super, y coger de sus estanterías lo estrictamente necesario, sin más, lo básico para subsistir y coger fuerza para el día siguiente. Día en cuya agenda contempla: ir al campo, coger los espárragos y hacer una nueva rifa.
Yo rifaría a los políticos, los banqueros... toda esa gente que han hecho posible que todo esto del "estado del bienestar" haya sido humo, y se haya pasado a la indigencia más triste y cruel, y aún así, seguimos inhalando ese puñetero gas político que nos invade por dentro y por fuera, sin que lleguemos a ser conscientes de la cruda realidad, que no es otra que la sensación que nos están tomando el pelo hasta el cogote, y aún existe por lo que se ve, la "prudencia", la confianza, la fe ciega en "nuestros gobernantes" -que no merecen en absoluto- y su inolvidable gestión. Andalucía es lo más interesante políticamente, aún es un "cortijo" para esta gente, a la vista está, que día a día, tanto "izquierdas" como "derechas" se la rifan, con cartitas, listas de números, o simplemente se la juegan a los chinos.
Han salido antes a la calle a protestar y defender sus derechos los jueces, que los más afectados por la crisis, los albañiles, un sector en via de extinción como esto no se remedie. Algunos de estos jueces serán sin duda quien instruyan los sumarios por desahucios, embargos de bienes, etc, contra estos trabajadores en paro.
Lo triste de todo esto es, que los espárragos no nos dejan ver el monte.
Lo triste de todo esto es, que los espárragos no nos dejan ver el monte.
