viernes, 13 de febrero de 2009

EXCLUSIVA

Er Desván
La banca sí da crédito... al 14% de interés
banca, crisis, crédito, Gobierno, Zapatero, Botín, Francisco González
En la polémica sobre si bancos y cajas dan o no dan crédito a la economía, tienen razón las entidades: sí están concediendo financiación a familias y empresas. A diario alguna entidad anuncia varios miles de millones en créditos preconcedidos a pymes y autónomos. El problema es que esos créditos tienen unos tipos de interés disparatados, que en algunos casos llegan hasta el 13% anual, cuando el precio oficial del dinero está en el 2% tras la última bajada del BCE en enero.El sector ha admitido de forma generalizada que ahora las condiciones son más estrictas porque la liquidez es más cara y escasa, lo cual debe repercutirse al precio que se cobra a los clientes. Igualmente, el fortísimo aumento de la morosidad hace que ahora tengan que incluir en el tipo de interés el incremento del riesgo. Hasta el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reconoció el miércoles "que la demanda de créditos cae es evidente, como pone de manifiesto que se compren menos casas y menos coches, pero es verdad que los bancos, en la medida que la morosidad aumenta y la financiación es complicada, tienen una actitud más cuidadosa a la hora de dar créditos".El problema es que, para recoger todo eso, los tipos de interés de los préstamos se han disparado a niveles estratosféricos. Ninguna entidad ofrece cifras, pero diferentes testimonios particulares (lo que los anglosajones llaman anecdotal evidence) hablan de condiciones verdaderamente draconianas, que incluso superan el 14% TAE. Algo que sólo pueden aceptar las pymes que se encuentran al borde de la quiebra (y no son pocas, las cámaras de comercio estiman que el 85% está en esa situación), y a cambio de hipotecar su futuro con unos pagos de intereses inasumibles. Pan para hoy y hambre para mañana."Los bancos han hecho el péndulo habitual en estos casos: han pasado de dar crédito a todo el mundo y casi regalado a cobrar estos tipos en cuanto ha cambiado el ciclo", opina un analista del sector. Como se dice en el sector, los departamentos de riesgos han vuelto a trabajar después de 10 años de vacaciones. "Con el tiempo se normalizará y volveremos a ver una evaluación de riesgos y unos diferenciales de crédito razonables, los que nunca debieron perderse. Pero nadie sabe cuándo ocurrirá", añade este experto.No hay demanda... a esos tiposEste fenómeno no es exclusivo de los créditos preconcedidos a las pymes, sino que también se está dando en las propias hipotecas, que registran actualmente el mayor diferencial respecto al Euribor más alto de la historia. Y lo mismo ocurre con los créditos al consumo: los pocos que se atreven a comprar un coche con la que está cayendo encuentran un obstáculo muy difícil de superar en el coste de la financiación, en muchos casos por encima del 10%.Otra queja de los autónomos y pequeños empresarios es que estos créditos preconcedidos se conceden indiscriminadamente sin que lo hayan solicitado y por parte de entidades de las que no son clientes, y por cuantías totalmente aleatorias. Lógicamente, muchos de los que reciben estas ofertas las rechazan al ver el tipo de interés, y "este fenómeno permite a los bancos insistir en su argumento de que ellos dan crédito pero que no hay demanda por parte de los clientes", sospecha un empresario que prefiere permanecer en el anonimato.Las cuatro mayores entidades del país han anunciado un volumen conjunto de créditos preconcedidos de 24.000 millones de euros: 4.000 millones Santander, 5.500 BBVA y 6.000 tanto La Caixa como Caja Madrid.El drama de la renovación de líneas de créditoPero no se trata sólo de estos créditos, sino también de la renovación de las líneas con las que contaban hasta ahora las pymes para financiar su circulante y que ahora son casi imprescindibles hasta para poder pagar las nóminas, los impuestos y la Seguridad Social. La queja unánime es que, en el caso de que no les cierren el grifo directamente, los bancos y cajas les exigen intereses mucho más elevados y aportar garantías adicionales, incluso hipotecarias."Les pedimos más garantías a las empresas, y si no nos las pueden dar, les cortamos el crédito. Y eso, incluso a los clientes de toda la vida de los que te fías; porque ni nos planteamos dar crédito a los que entran por la puerta, porque sabemos que vienen rebotados de otro sitio donde les han cerrado el grifo porque no se fían", explica de forma muy gráfica una entidad.


Fuente: Eduardo Segovia /El Confidencial/Cotizalia

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