jueves, 12 de febrero de 2009

CORRUPCIÓN | Auto de prisión de la operación 'Gürtel'

Er Desván
La red de Correa pagaba a cargos públicos para obtener tratos de favor

La red de corrupción liderada por Francisco Correa pagaba a funcionarios públicos y autoridades para obtener tratos de favor en la concesión de eventos, según se desprende del auto dictado por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.
El auto establece que Francisco Correa es el líder número uno de la red, seguido de Pablo Crespo y Antoine Sánchez, los tres
enviados a prisión la pasada madrugada. El diseño de la estrategia de ocultación que permitió a Correa llevar el control del "entramado societario sin que él figurara" consistió en "la constitución de sociedades por medio de testaferros a través de los despachos de asesoramiento jurídico y fiscal, especializados en la creación de estructuras fiduciarias opacas".
Según lo investigado en las diligencias 275/08, "en la causa existen indicios suficientes de que los imputados, en unión de otros, establecieron un conglomerado de empresas para nutrirse de fondos de entidades públicas, en particular en algunos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, principalmente de las Comunidades de Madrid y Valencia, para obtener un beneficio propio".
El magistrado, que ordenó el ingreso en prisión de Correa al apreciar la existencia de riesgo de fuga, afirma que éste trató de salir de España el pasado día 6 para instalarse en un país de Centroamérica, lo que fue el detonante de las detenciones.
Del auto se desprende que Correa da instrucciones para realizar "dádivas" a funcionarios públicos para obtener un provecho económico para él y para su grupo o para paralizar procedimientos sancionadores que afectan a su patrimonio.
El juez anuncia en su resolución que se está investigando la "identidad y cargos" de esos "funcionarios y autoridades públicas" que recibieron "dádivas y sobornos", "al objeto de tomar las decisiones que correspondan en derecho", informa Efe.
En cuanto a las actividades de Correa, el juez asegura que no se centraban sólo en España sino que tiene varias cuentas en Suiza y diversos negocios en China, Azerbayan y Miami.
Los otros dos cabecillas de la trama
La mano derecha de Correa, según el auto, es Pablo Crespo, consejero delegado y gerente de las empresas y quien ejecuta las órdenes del cabecilla. Su misión es desvincular las actuaciones ilegales tanto de su persona como de las sociedades, para lo que utilizan como canal de blanqueo el envío de transferencias a través de los fondos de los que disponen en Suiza.
Crespo, secretario de organización del PP gallego hasta 1999, también imparte instrucciones para pagar cantidades de dinero a funcionarios y autoridades, y también en especie por medio de objetos y enseres en distintas localidades españolas para conseguir tratos de favor o concesión de eventos, que es a lo que se dedica el grupo.
El tercer elemento del engranaje es Antoine Sánchez, "una pieza clave" del entramado. Correa colocó a Sánchez, su primo, al frente de las sociedades. El líder de la red también sufragó todos los gastos generados por Antoine y le ofreció hacerse cargo de algún negocio relacionados con el sector turístico en Colombia o la fibra óptica en Cuba.
Fuente: El Mundo.es/Madrid

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