domingo, 25 de enero de 2009

ARTICULO

Er Desván
WILSON,
DE HÉROE
A VILLANO
Por Jenu

A este hombre que salvó de una muerte segura a la mujer de Barcelona, le deniegan la medalla al mérito policial porque dicen que es un maltratador. Por lo visto han rebuscado en sus cosas intimas de hombre latino, sus cosas y causas judiciales y se han encontrado con que es un tipo “muy malo”, “malísimo”, “supermalo”. Su pareja le denuncio en varias ocasiones por presuntos malos tratos.
La noticia de su heróica actuación apareció en algunos medios de esta manera:
” Wilson, el ecuatoriano que con su intervención ha evitado hoy en Barcelona la muerte de una mujer a manos de su ex pareja, ha asegurado que ha actuado por instinto, sin plantearse si ponía su vida en peligro, y que lo que no entiende es la pasividad de otras personas que presenciaron la agresión.
«Ni a un cerdo se le mata de esa manera», ha dicho a Efe indignado en un intento por explicar lo que le ha llevado, pocos minutos después de las 09.00 horas, a parar y bajarse de su coche, cuando circulaba por la calle Sicília, para evitar que un hombre de unos 35 años se ensañara con su ex pareja, a la que ha propinado media docena de puñaladas en plena calle.
Este latinoamericano, de unos cuarenta años, residente en Barcelona cree que su actitud no es heroica. «Yo venía de mi trabajo. Vi lo que pasó y me metí. Sólo eso», ha dicho, tras lamentar que otros transeúntes, que se encontraban incluso más cerca que él de la pareja, «se escondieran entre los coches aparcados en lugar de actuar».
Wilson se ha encarado primero con el agresor, al que la policía autonómica imputa una tentativa de homicidio, golpeándole con una herramienta metálica («unos fierros», ha dicho), que llevaba en el maletero del coche y que utiliza para su trabajo.
Junto con otros transeúntes -un joven oficinista y un operario del gas- ha conseguido que el agresor, al que ha golpeado al menos una vez en la cabeza, dejara por un momento a su víctima, que yacía ya en el suelo, lo que ha facilitado que ésta pudiera refugiarse en el coche del ciudadano ecuatoriano.
Cuando el agresor se ha revuelto contra él y se ha acercado al coche con un cuchillo en la mano, Wilson le ha tirado varias herramientas y ha sacado luego un serrucho y una llave inglesa para evitar que el hombre volviera a atacar a la mujer, hasta que poco después han llegado los Mossos d'Esquadra.
«Ese hombre estaba fuera de sí y no paraba de amenazarnos», ha afirmado, tras asegurar que la víctima, pese a estar herida, ha sido la primera que llamó a alguien por teléfono para explicar que la habían apuñalado”.
Este hombre a pesar de sus supuestos antecedentes, es para mí un héroe, no presunto, definitivamente y a las pruebas me remito, un héroe de tomo y lomo. Si fuese tan malo como lo pintan con las mujeres, si las odiara tanto, si no quisiera ni verlas más que en cueros o colgadas como una ristra de chorizos, habría dejado a esta señora en manos de su expareja y su cuchillo de grandes dimensiones, hasta incluso aplaudiendo la acción de este tipo que salió en todos los medios con sus manos manchadas de sangre, de esa sangre inocente de las verdaderas víctimas de la violencia machista, sin que haya denuncias falsas ni mentiras de falsas violaciones y tantas otras cosas que una mujer mala puede inventar para meter entre rejas a ese pobre hombre que tan solo es maltratador de si mismo, este hombre que tan bien describió aunque no llevase esa intención, José Luis García “Cossio” en su chirigota del año 2004 “lo que diga mi mujer”, que por cierto, fue la ganadora del primer premio en el Falla. Bueno, pues eso, que si no hubiera sido por Wilson hoy, esta señora, exseñora del que sí que es un maltratador demostrado, hoy estaría siendo llorada por los suyos y a este presunto asesino con sus manos ensangrentadas la “satisfacción” de el trabajo realizado; “la maté porque era mía”.
Los legajos existentes en los saturados juzgados, que parece que en ellos el polvo vaya impreso como esos dramas humanos que componen su razón de ser, dicen muchas cosas, entre ellas puede que figuren muchas mentiras, porque hemos de ser sinceros, “los juicios se ganan mintiendo”, y hasta puede que éste, para mí héroe “latinoamericano”, sea más presunto en las causas con su pareja, que el comportamiento cívico que si cundiera en toda la población, no habría tantas mujeres muertas por manos asesinas de estos locos que se toman a pie juntillas eso de “hasta que la muerte nos separe” o “ la maté porque era mía”, que piensan en la mujer como una propiedad exclusiva, como lo puede ser el coche o el televisor.
No creo que sea acertado el denegarle la medalla al mérito policial, algo que se ha ganado jugándose la vida, que seguro que ni sabía de la existencia de dicha medallita, que lo hizo porque le salió del alma y que en definitiva, esta señora maltratada, ahora, gracias a él lo puede contar, y también que todos los hombres no somos tan malos como nos pintan y que existen mujeres más papistas que el papa, y otras que nos tienen como objeto sexual o de reponedor del Frigo.
Una persona que hace lo que ha hecho Wilson, dudo que pueda propinar una paliza de la manera que lo han pintado ni tan siquiera a un saco de esos que hay en los gimnasios.
Amigo Wilson, te quedas sin la medallita, pero tienes el agradecimiento y el apoyo de la mujer que siempre te deberá su vida y su felicidad, la de su familia, la del Cónsul de tu país en Barcelona Freddy Arellano, de tu país de origen, y por supuesto la de hombres y mujeres españoles incluido yo, que estamos faltos de héroes y sobrados de villanos, creemos aún en el amor, aunque seamos conscientes que éste a veces tiene una fecha de caducidad, que las parejas se separan, y que para todo eso no hace falta ni por parte de uno y de otro, que hablen los cuchillos.

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